CIERRE DE FUNDICIÓN Y REFINERÍA VENTANAS DE CODELCO
Como es sabido, los procesos de una fundición de cobre tienen un alto impacto ambiental debido a emanaciones sólidas, líquidas y gaseosas, generadas por la natural composición de los minerales chilenos que son tratados en este tipo de instalaciones, cuando éstas no son controladas adecuadamente. Este tipo de plantas pueden operar en sectores poblados con un adecuado control de estas emisiones. Si bien es cierto que las actuales tecnologías para estos controles son excesivamente caras, éstas se basan en conceptos de química general y un conocimiento específico largamente estudiado en Chile. En general, en Chile existe conocimiento y una buena base industrial como para desarrollar procesos propios de abatimiento de impurezas, así por ejemplo en la misma refinería de Ventanas operó hasta hace algunos años la Planta de Tratamiento de Electrolito, desarrollada por empresarios chilenos y aportes de profesionales de esa refinería. Hoy no opera por decisiones políticas de la corporación.
La administración de Codelco está muy influenciada por criterios de gestión de empresas internacionales, la que aplicada ciegamente puede no dar los mejores resultados; un ejemplo de esto es que durante la administración de ENAMI, el complejo industrial mantenía sus principales procesos (Fundición y Refinería Electrolítica) en los primeros cuartiles de costos en el ranking mundial de este tipo de industrias, sin embargo con la gestión de Codelco a partir del año 2005, estos procesos ahora están en el último cuartil, con los costos más latos del mundo; la figura adjunta muestra el ranking de costos y márgenes económicos (cash cost) de fundiciones. Notar que todas las fundiciones del mundo tienen márgenes negativos. Es una falacia pensar que una fundición tenga márgenes positivos, pues son netamente un costo más del negocio minero, siendo el único ingreso al final de la línea, el cobre catódico y los subproductos que producen de las corrientes intermedias, por tal motivo sus costos debiera ser cargados necesariamente al negocio global minero y eficientar sus procesos para disminuirlos y maximizar sus ingresos por ventas de subproductos, como lo son el ácido sulfúrico y los polvos residuales que contienen variados metales de interés. Así también puede generar ingresos por spin off de otros negocios como pueden ser las innovaciones tecnológicas surgidas a raíz de esas mismas optimizaciones.
Es importante considerar que el rechazo de la comunidad hacia la fundición y refinería Ventanas y a todo el complejo industrial del sector, proviene por una parte de la contaminación no controlada y, por otra, del nulo aporte de las empresas y del Estado al desarrollo local, lo que le ha hecho ganar el nombre de “Zona de Sacrificio”; por ello, creo que los esfuerzos deben estar orientados, tanto al control de la contaminación, como a promover el desarrollo del territorio donde impactan las industrias. Esto como base para cumplir con el derecho humano al desarrollo.
El hecho que existan DESAFIOS-PAIS, como puede ser el control de la contaminación de las empresas que más aportan al desarrollo global del país, debiera generar todo un plan de innovación industrial en tal sentido. Como dije anteriormente, en Chile existe la capacidad humana y técnica para desarrollar nuestros propios procesos de control de la contaminación de una fundición y refinería de cobre, dando lugar a una nueva industria que puede ser exportada para otras fundiciones y refinerías en el mundo, así como generar nuevos mercados para metales y sus compuestos que hoy tienen usos en otras industrias como la industria química o agropecuaria. Un ejemplo de esto es el sulfato de cobre que antiguamente se importaba, a pesar de ser este el principal productor de cobre del mundo. Hoy, hay mercado para ese producto y actualmente existen plantas metalúrgicas que producen sulfato de cobre grado alimento para la alimentación de pollos y vacunos e incluso se exporta este producto. Otros desarrollos aun incipientes están produciendo pesticidas y otros productos en base a corrientes provenientes de procesos del cobre.
En definitiva, ante los anhelos de los habitantes de la zona de Quintero Puchuncaví, la solución no es necesariamente cerrar la fundición Ventanas y dejar a más de 2.000 familias sin ingresos, sino que, por el contrario, potenciar su desarrollo en base a tecnologías propias que eviten la contaminación y que el Estado promueva políticas de desarrollo territorial que saquen a esta hermosa zona del concepto de “Zona de Sacrificio”, evitando con ello seguir vulnerando el derecho humano al desarrollo de la población impactada.
César Olmos Maturana
Observatorio Minero de Chile
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